Redacción/Hechos del Caribe
Chetumal, Q Roo.-Con el inicio de la entrega de insumos para la jornada electoral del 1 de junio, Quintana Roo entra de lleno a una etapa inédita, <la elección directa de integrantes del Poder Judicial de la Federación. Un hecho sin precedente que, lejos de inspirar confianza plena, comienza con una omisión alarmante, la ausencia de la cadena de custodia en el traslado del material recibido en el inmueble> .
La cadena de custodia se ha convertido “en una de las herramientas-quizás la más importante-a través de la cual se asegura la certeza de los resultados de la jornada electoral a través del diligente manejo , guardado y traslado de los paquetes electorales; y se cuida asà la evidencia que prueba quién debe acceder al poder y porqué es legÃtimo que lo haga”(SUP-JDC-796/2016). • “(…)el principio de certeza puede entenderse como la necesidad de que todas las actuaciones que desempeñen las autoridades electorales estén dotadas de veracidad, certidumbre y apego a los hechos, esto es, que los resultados de sus actividades sean completamente verificables ,fidedignos y confiables.”(SUP-REC-1638/2018)
Fue admitida a través de la Junta Distrital 02 con sede en Chetumal, la llegada de mamparas, urnas y otros insumos logÃsticos que ya se encuentran resguardados en su bodega. Hasta aquÃ, nada parece fuera de lo común. Sin embargo, el hecho de que este material no haya sido transportado bajo custodia federal ni acompañado de protocolos públicos de vigilancia, plantea serias dudas sobre el cumplimiento del principio de certeza que debe regir todo proceso democrático.
La cadena de custodia no es una formalidad burocrática: es, en palabras del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, “la herramienta —quizás la más importante— a través de la cual se asegura la certeza de los resultados de la jornada electoral”. Esta certeza no puede construirse a posteriori, ni confiarse a la buena voluntad de quienes manejan los paquetes; debe garantizarse desde el primer minuto y hasta el último.
La entrega sin custodia, por mÃnima que sea la sensibilidad del material, sienta un precedente peligroso, sobre todo en un proceso que involucra la elección directa de ministras y ministros de la Suprema Corte, magistraturas y jueces de distrito. ¿Puede hablarse de legalidad plena cuando ni siquiera se asegura el tránsito vigilado de los elementos básicos para instalar casillas?
Mientras en los próximos dÃas se espera el arribo de las boletas, actas y bolsas de seguridad —esta vez, sà bajo vigilancia—, la ciudadanÃa debe mantenerse alerta. Exigir transparencia y protocolos claros desde ahora es una forma de cuidar la legalidad del proceso, no de ponerla en entredicho.
Los comicios del 1 de junio no solo definirán el rumbo del Poder Judicial, sino que pondrán a prueba el compromiso institucional con una democracia auténtica. Y esa democracia empieza por algo tan básico como garantizar que cada caja, cada sobre y cada urna lleguen a su destino bajo custodia y sin sombra de duda.
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