ICATQR Chetumal celebra a sus egresados con exposición y entrega de constancias



 | Desde el Caribe | Manuel Solís
 

El conocimiento práctico, cuando se cultiva con disciplina y se acompaña de una formación de calidad, se convierte en una herramienta poderosa de transformación personal y comunitaria. En este sentido, el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Quintana Roo (ICATQR) continúa consolidándose como un pilar fundamental para el desarrollo de competencias laborales que impulsan el autoempleo y la inclusión productiva.

La reciente ceremonia de entrega de constancias a las y los egresados del primer trimestre de cursos en la Unidad de Capacitación Chetumal fue más que un acto protocolario: fue un testimonio vivo del esfuerzo, la constancia y el deseo de superación de decenas de quintanarroenses. Bajo la dirección del Lic. Arturo Alejandro Alamilla Villanueva, el ICATQR ha puesto especial énfasis en vincular la formación técnica con las necesidades reales del entorno social y económico de la entidad.

La variedad de los cursos impartidos —desde pastelería básica hasta electricidad, pasando por técnicas de masaje, corte de cabello y extensión de pestañas— revela una visión amplia y estratégica del instituto: formar habilidades para todos los perfiles y contextos, desde lo urbano hasta lo rural, como lo demuestra la extensión del curso de masaje en Mahahual.

En el evento, la voz de Marisol Perales Puc, egresada destacada, resonó como símbolo del impacto humano que tiene la capacitación cuando se ofrece con profesionalismo y empatía. Asimismo, la presencia de autoridades educativas, representantes institucionales e invitados especiales subrayó la relevancia social que el ICATQR ha sabido construir en torno a sus actividades.

La exposición de productos, como cierre del evento, no solo brindó una experiencia sensorial a los asistentes, sino que también funcionó como escaparate del talento que se gesta en las aulas de capacitación. Cada pastel, cada arreglo, cada demostración técnica fue una muestra tangible de que la enseñanza del ICATQR no solo informa, sino transforma.

Celebrar estos logros no es un acto menor, es reconocer que detrás de cada constancia entregada hay una historia de esfuerzo, una nueva oportunidad y, sobre todo, un futuro que empieza a forjarse con las manos, el conocimiento y la voluntad.

El ICATQR, al fortalecer la capacitación como vía de desarrollo, se mantiene firme en su misión de empoderar a la ciudadanía. Porque cuando se entrega una constancia, también se entrega una llave, la llave hacia la independencia económica, hacia el crecimiento personal y hacia una sociedad más equitativa y preparada.


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