Desde el Caribe/Manuel Solís
En una óptica donde las dinámicas sociales evolucionan de manera acelerada, la apertura de espacios que fomenten la resolución pacífica de conflictos se ha vuelto una necesidad impostergable. Estefanía Mercado, presidenta municipal de Solidaridad, ha anunciado la próxima inauguración del Centro de Mediación de Puerto Aventuras, una iniciativa que no solo responde a los desafíos propios de una comunidad en crecimiento, sino que busca, a largo plazo, reducir la incidencia delictiva en la zona.
Ubicado en las instalaciones de la Comandancia de la Policía Municipal de la Alcaldía, este nuevo centro estará a cargo de un equipo especializado en la mediación de conflictos sociales. A través de un enfoque de diálogo y negociación, el objetivo es claro; evitar que las tensiones entre los habitantes escalen a escenarios de violencia o criminalidad.
El crecimiento de Puerto Aventuras, con una población que supera ya los 40 mil habitantes, ha traído consigo una mayor diversidad y, con ello, un aumento en los conflictos interpersonales. Mercado reconoció que la comunidad enfrenta "una serie de retos sociales", entre los cuales la incidencia delictiva es uno de los más preocupantes. Ante esta realidad, la alcaldesa subraya la importancia de buscar "soluciones innovadoras" que promuevan la cohesión social mediante mecanismos como la mediación comunitaria.
Con la apertura de este centro, ya suman tres en todo el municipio de Solidaridad, formando una red que busca atender problemas desde su origen y evitar que estos trasciendan hacia instancias legales o penales. Se trata de una estrategia que no solo apunta a mejorar la convivencia social, sino a garantizar que la atención llegue a todos los sectores de la población, cumpliendo así con el principio de que "nadie se quede atrás", como menciona Mercado.
El nuevo Centro de Mediación no es un simple espacio de atención administrativa. Equipado con oficinas y salas adecuadas para la realización de audiencias de mediación, garantiza un entorno seguro y propicio para que las partes en conflicto puedan dialogar y llegar a acuerdos que beneficien a la comunidad. Así, se erige como una herramienta fundamental para la paz social en una región que busca prosperar sin dejar que las diferencias se conviertan en fuentes de violencia.
La puesta en marcha de este centro es un recordatorio de que, en tiempos de cambio y crecimiento, la construcción de una convivencia armónica no es solo tarea de las autoridades, sino de cada miembro de la comunidad.
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