Docentes marchan por los derechos laborales


Redacción/Hechos del Caribe

CHETUMAL.-Este miércoles, el Comité Central de Lucha de Quintana Roo, integrado por destacados representantes del sector educativo, ha iniciado un paro indefinido de labores. Esta medida, calificada como contundente, tiene como principal objetivo exigir atención a un pliego petitorio que, según los docentes, no admite negociaciones. La raíz de la protesta es la reforma a la Ley del ISSSTE, la cual, en palabras de Xavier Méndez, vocero del comité, pone en riesgo los derechos de miles de trabajadores y docentes en el estado.

Con el respaldo de 10,000 trabajadores, los manifestantes marcharon desde la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) hasta el Congreso del Estado y el Palacio de Gobierno, reclamando ser escuchados. Entre las demandas principales destacan la reducción del tiempo mínimo de jubilación, que se busca fijar en 28 años de servicio para mujeres y 30 para hombres, en contraste con la actual exigencia de 60 años de edad para el retiro. Además, solicitan la restitución del décimo transitorio y exigen que el salario mínimo sea calculado en pesos, en lugar de en UMAS.

La Unidad de Medida y Actualización (UMA) es una referencia económica en pesos mexicanos, utilizada para determinar el monto de pagos como créditos, multas, impuestos y deducciones personales. Antes de la UMA, se usaba el esquema de Veces Salario Mínimo (VSM), lo que generaba una relación más directa entre los salarios y las prestaciones. Los docentes consideran que el cambio a UMAS ha afectado de forma negativa sus ingresos y derechos.

La propuesta de reforma al ISSSTE de 2025, percibida como una amenaza a los derechos de los trabajadores, ha logrado unificar a los docentes en torno a una causa común. Los líderes del movimiento han sido claros en su disposición a defender sus derechos por la vía legal, anticipando posibles represalias por parte del gobierno.

El movimiento de los docentes en Quintana Roo no es un hecho aislado. Es parte de una lucha más amplia en defensa de los derechos laborales en México, donde los trabajadores han visto mermadas sus conquistas a lo largo de las últimas décadas. Aunque las autoridades podrían intentar minimizar la importancia de estas protestas, la magnitud y organización del paro indican que las demandas del sector educativo no serán fácilmente ignoradas.

En este conflicto no solo está en juego una ley. Está en juego el reconocimiento del esfuerzo y la dedicación de miles de trabajadores al servicio público, así como el respeto por una labor que es esencial para el futuro del país. La educación de las nuevas generaciones está en manos de los docentes, y su dignidad debe ser garantizada.

El paro indefinido es un llamado a un diálogo serio y respetuoso. Los trabajadores de la educación han dejado claro que su pliego petitorio no es negociable y que están dispuestos a mantener la protesta hasta alcanzar sus objetivos. En un momento en que los derechos laborales están en el centro del debate público, ignorar estas demandas podría ser un error grave para la autoridad que dice estar comprometido con el bienestar de sus ciudadanos.

La movilización de los docentes en Quintana Roo es una señal clara de que la lucha por los derechos laborales en México continúa. Frente a una propuesta de reforma que consideran perjudicial, los trabajadores de la educación han decidido alzar la voz. Y en una democracia, esa voz debe ser escuchada.

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