Bacalar.-Un reciente suceso alarmante ocurrido a bordo de un autobús de la línea Mayab, que cubría la ruta nocturna Morelos-Chetumal de la empresa ADO, el pasado lunes ha encendido las alarmas sobre la seguridad en el transporte público. Según los testimonios de los pasajeros, el conductor del vehículo, identificado por el número económico 5026, protagonizó una serie de acciones violentas y peligrosas, poniendo en riesgo la vida de quienes se encontraban a bordo.
De acuerdo con los pasajeros, el conductor mostró una conducta errática y agresiva, llegando a amenazarlos con un bate en medio del trayecto, lo que desató el pánico generalizado. Una testigo relató que, en un momento especialmente crítico, el chofer incluso amenazó con estrellar el autobús. La situación se agravó cuando varios pasajeros intentaron calmarlo, pero el conductor continuó con sus amenazas e insultos, haciendo que la atmósfera se tornara aún más peligrosa.
Uno de los puntos que más ha indignado a los afectados es la aparente inacción tanto de las autoridades como de la empresa ADO. Hasta el momento, no se ha iniciado ninguna investigación formal por parte de la Fiscalía General del Estado, y la Secretaría de Seguridad Ciudadana tampoco ha emitido ningún comunicado al respecto. Los pasajeros también señalaron que, según sus testimonios, algunos agentes estatales presenciaron parte del incidente, pero no intervinieron para evitar que la situación se saliera de control.
La empresa ADO, por su parte, no ha dado respuestas contundentes sobre el incidente ni ha implementado medidas claras para garantizar la seguridad de los pasajeros, lo que ha generado duras críticas hacia su gestión y falta de control sobre el comportamiento de sus conductores.
Este incidente ha revelado fallos importantes en la supervisión de los conductores que operan en el transporte público Federal . Existen preocupaciones sobre los procesos de selección y capacitación del personal, que parecen ser insuficientes para garantizar la seguridad de los usuarios. La ciudadanía exige medidas urgentes, como una revisión más rigurosa de los criterios de contratación y un mayor control sobre los conductores.
Además, la comunidad de Bacalar, uno de los puntos de la ruta afectada, ha solicitado la implementación de regulaciones más estrictas y políticas de seguridad más efectivas en las empresas de transporte. Esto incluye propuestas para que se instalen cámaras de seguridad en todas las unidades y se realicen monitoreos constantes del comportamiento de los conductores.
Los pasajeros involucrados piden justicia no solo para este caso, sino también reformas estructurales que garanticen la seguridad en el transporte público. Entre las propuestas más urgentes, destaca la creación de un comité ciudadano que supervise los procesos de contratación y monitoreo de conductores, así como la implementación de mecanismos que permitan reportar y sancionar de manera efectiva a los conductores que presenten comportamientos peligrosos.
Los afectados exigen rendición de cuentas a las autoridades y garantizar que incidentes como este no se repitan. “Es necesario que se tomen medidas firmes para evitar que la vida de los pasajeros esté en peligro cada vez que abordan un autobús”, manifestó uno de los pasajeros .
Este incidente ha resaltado la necesidad de una acción urgente por parte de las autoridades y las empresas de transporte, quienes hasta ahora han fallado en proteger a los usuarios. La pregunta que queda pendiente es cuánto más deberán esperar los ciudadanos para que las medidas correctivas se implementen de manera efectiva.
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