El reciente encuentro entre la presidenta Claudia Sheinbaum, la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, y otros mandatarios estatales para fortalecer el IMSS-Bienestar, marca un paso clave en la consolidación del proyecto de salud pública de la Cuarta Transformación. Esta reunión destaca la importancia que la nueva administración federal otorga a la recuperación del derecho a la salud, un tema prioritario que ha sido emblemático tanto en el discurso como en la política pública del actual régimen.
La presencia de actores clave como el secretario de Salud, David Kershenobich, subraya el enfoque técnico y estructural que se está adoptando para impulsar la mejora en la infraestructura hospitalaria y en las condiciones laborales del personal médico. Este último es un punto de inflexión, pues se reconoce que el bienestar de los trabajadores de la salud es esencial para el funcionamiento eficiente del sistema sanitario.
Desde una perspectiva política, este encuentro es un claro mensaje de coordinación intergubernamental, donde se busca alinear las políticas de salud estatales con el proyecto federal. Para Mara Lezama, quien ha forjado su carrera bajo los principios del “gobierno humanista con corazón feminista”, esta es una oportunidad para fortalecer su liderazgo en Quintana Roo, subrayando el compromiso con la salud de las familias, y alineándose claramente con las políticas centrales de Sheinbaum. Este tipo de posicionamientos refuerzan la imagen de Lezama como una figura clave dentro del bloque político de la Cuarta Transformación.
Asimismo, el énfasis en la expansión y fortalecimiento del IMSS-Bienestar muestra una continuidad de las políticas iniciadas por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador, lo cual resalta la visión de largo plazo que la actual presidenta de México Sheinbaum ha heredado y adaptado a su estilo de gobernanza. El mensaje es claro; "la Cuarta Transformación sigue avanzando en su objetivo de garantizar derechos sociales universales, como lo es el acceso a la salud."
En el fondo, este tipo de reuniones no solo son plataformas de gestión administrativa, sino también de posicionamiento político. Tanto Sheinbaum como Lezama buscan consolidar sus respectivas agendas, una como presidenta en el escenario nacional y la otra en su rol de líder estatal, manteniendo un delicado equilibrio entre la gestión eficiente y el apoyo político dentro de la coalición gobernante.
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