El diputado de la XVIII Legislatura de Quintana Roo, Renán Sánchez Tajonar, bajo el pretexto de "aprender" sobre el proceso electoral de los Estados Unidos, utilizó fondos públicos para realizar un viaje que se asemeja más a una "Luna de Miel", dejando abandonada su responsabilidad legislativa. Esto contrasta con su discurso de campaña, donde repetidamente señalaba que "el pueblo es primero". Quizá, en lugar de estar inmerso en la historia anglosajona, le habría sido más productivo regresar a su distrito y escuchar las quejas de los votantes, especialmente sobre los servicios públicos que están en franco deterioro.
El viaje, pagado por el pueblo, fue ostentado en sus redes sociales, particularmente en su cuenta de X (anteriormente Twitter), donde escribió: "Estoy en Washington y tuve la oportunidad de visitar dos lugares icónicos: el Lincoln Memorial y el Obelisco de Washington. Además, seguimos aprendiendo sobre el proceso electoral de los Estados Unidos, y hoy, en el Día de las Elecciones, estaré muy atento a todo lo que suceda."
Aunque presumía estar "aprendiendo" del sistema electoral estadounidense, no es difícil ver esto como una justificación débil para un gasto con tintes personales. Su reciente matrimonio ha generado suspicacias sobre si este viaje no fue más que un regalo encubierto de la Legislatura, con el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JUGOCOPO), Jorge Sanen, haciendo caso omiso del tema.
Sánchez Tajonar, lejos de centrar su atención en las necesidades de los quintanarroenses, se mostró más preocupado por los resultados electorales en los EE. UU., asegurando en su cuenta de X que Kamala Harris "arrollaría" a Donald Trump, en lugar de cumplir con su trabajo legislativo. Las críticas no se han hecho esperar, y cada vez es más evidente que el viaje fue una excusa para un placer personal, financiado con los impuestos de los ciudadanos de Quintana Roo.
Este tipo de actos sólo refuerzan la percepción de que algunos políticos utilizan sus posiciones para fines personales, mientras las demandas urgentes de la ciudadanía, como mejores servicios y atención en sus distritos, quedan en segundo plano.
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