La transformación del IQM en la "Secretaría de las Mujeres" es una medida que tiene un enfoque integral y estructurado en la lucha por la justicia social para las mujeres.

Hechos del Caribe.

El reciente anuncio de la iniciativa para transformar el Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM) en la Secretaría de las Mujeres representa un paso trascendental en la consolidación de una agenda gubernamental que prioriza la justicia social y la igualdad de género. Propuesta por la gobernadora Mara Lezama, esta reforma busca no solo fortalecer el aparato estatal para enfrentar la violencia de género, sino también alinear al estado con las reformas progresistas impulsadas a nivel federal bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum Pardo.

El reconocimiento de la violencia estructural contra las mujeres en México ha llevado a una creciente demanda por instituciones más robustas y coordinadas, capaces de diseñar e implementar políticas públicas eficaces. La creación de la Secretaría de las Mujeres responde a esta urgencia, con el objetivo de garantizar un enfoque más integral y especializado en la prevención y sanción de la violencia, así como en la promoción de la igualdad sustantiva.

Jorge Sanén Cervantes, presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JUGOCOPO) del Congreso local, destacó la relevancia de homologar esta iniciativa con las reformas federales. La meta de esta homologación no es solo la implementación de políticas públicas, sino la creación de una sinergia entre los niveles de gobierno que permita una mayor efectividad en la erradicación de las brechas de género, en particular en lo que respecta a los salarios y las oportunidades laborales.

En términos prácticos, esta transformación permitirá que el nuevo organismo centralice y coordine las políticas de género, lo que podría derivar en una mayor eficiencia en la asignación de recursos y en la implementación de programas. El énfasis en la prevención y erradicación de la violencia también refuerza el compromiso del gobierno estatal con los derechos de las mujeres, asegurando un seguimiento continuo a las acciones y políticas implementadas.

Sin embargo, esta iniciativa, si bien prometedora, deberá enfrentar un proceso riguroso de análisis en las comisiones del Congreso local. Será crucial observar no solo su aprobación, sino también la asignación de recursos y la manera en que se fortalecerán los mecanismos de monitoreo y evaluación para garantizar que la Secretaría de las Mujeres cumpla con sus objetivos.

La transformación del IQM en una Secretaría de las Mujeres es una medida que tiene el potencial de consolidar un enfoque integral y estructurado en la lucha por la justicia social para las mujeres. Esta iniciativa, enmarcada dentro de un contexto nacional de reformas progresistas, reafirma la importancia de las políticas de género como un eje central en la administración pública y el compromiso por erradicar la violencia y las desigualdades que persisten en la sociedad.

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