La efectividad del gobierno de Yenssuni Martinéz en Chetumal; una crisis de confianza reflejada en la ENSU
Chetumal, Q roo.-Los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), publicados por el INEGI en septiembre de 2024, lanzan una alerta preocupante para Chetumal, capital de Quintana Roo. La percepción de la efectividad del gobierno municipal, liderado por la presidenta Yensunni Martínez Hernández, se desploma hasta un preocupante 14.1 %, posicionando a la ciudad entre las administraciones peor evaluadas del país.
En un contexto donde la media nacional de efectividad percibida de los gobiernos municipales se sitúa en un 30.6 %, Chetumal aparece rezagada, sólo superando a ciudades como Ecatepec (9.0 %), Zacatecas (11.6 %) y Uruapan (12.0 %). Este resultado evidencia una notable insatisfacción ciudadana con la capacidad de su gobierno local para enfrentar los problemas más urgentes.
La comparación con otras ciudades del sureste mexicano agrava la situación. Campeche, por ejemplo, alcanza un 22.7 % en la percepción de efectividad, Cancún un 29 %, mientras que Mérida destaca con un 50.4 %, consolidándose como una de las administraciones mejor evaluadas de la región. Estas diferencias reflejan no solo la disparidad en la gestión municipal, sino también la percepción de los ciudadanos sobre el desempeño de sus autoridades locales.
¿Qué está fallando en Chetumal? Las quejas recurrentes sobre la falta de soluciones efectivas en áreas como seguridad, infraestructura y desarrollo urbano son claves para entender el desencanto. La ENSU subraya que la administración de Yensunni Martínez ha sido incapaz de ofrecer respuestas contundentes a los problemas cotidianos que afectan a sus habitantes. En contraste, ciudades como San Pedro Garza García (Nuevo León), con un 64.4 % de efectividad percibida, demuestran que una buena gestión municipal es posible y valorada por sus ciudadanos.
El gobierno de Chetumal parece haber fracasado en su intento de generar confianza en la ciudadanía. La encuesta no solo expone una gestión ineficiente, sino que pone de relieve una creciente frustración social, especialmente en lo que respecta a la inseguridad, uno de los temas que más preocupa a los habitantes de la capital quintanarroense.
Estos resultados deben servir como una llamada de atención. Chetumal necesita un cambio de rumbo, una estrategia más efectiva que aborde las demandas urgentes de la población. El desafío para la administración de Yensunni Martínez es monumental: reconstruir la confianza perdida y demostrar que es capaz de enfrentar los problemas prioritarios que aquejan a la ciudad. Si no se toman medidas urgentes, la brecha entre Chetumal y otras ciudades del sureste seguirá ampliándose, con consecuencias directas en la calidad de vida de sus habitantes.
El diagnóstico es claro, pero la pregunta clave es: ¿será la administración actual capaz de revertir esta crisis de confianza?
!O simplemente, seguirá, durante los próximos tres años en los brazos de Morfeo.¡
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