Un devastador incendio forestal ha desencadenado una de las peores tragedias en la historia reciente de Chile, con un saldo de al menos 56 personas fallecidas, más de 3.000 viviendas consumidas por las llamas y miles de evacuados en la región de Valparaíso.
El fuego, que se inició el viernes 2 de febrero en el sector de Peñuelas, se extendió rápidamente por las comunas de Quilpué, Villa Alemana y Viña del Mar, afectando tanto zonas habitadas como turísticas. Avivadas por el viento y las altas temperaturas, las llamas arrasaron con vehículos, postes de luz y causaron la pérdida de vida de animales.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, ha señalado que el número de víctimas fatales podría aumentar en las próximas horas debido a la gran cantidad de personas desaparecidas y heridas de gravedad. Asimismo, Tohá informó que existen evidencias de que el incendio de Las Tablas, en Viña del Mar, fue provocado intencionalmente, y se están llevando a cabo investigaciones para determinar a los posibles responsables.
Más de 2.000 bomberos, brigadistas, militares y voluntarios han trabajado incansablemente para contener el fuego, que ha consumido cerca de 10.000 hectáreas. Además, se han desplegado aviones y helicópteros para lanzar agua y retardante sobre las áreas afectadas, en un esfuerzo conjunto por controlar la situación.
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